En esta tecnología de estabilización se caracteriza porque la construcción del muro perimetral del subterráneo del edificio se realiza junto con el avance de la excavación, siendo el muro estructural del edificio utilizado en la contención del suelo. Este muro se construye desde arriba hacia abajo, de forma secuencial. A medida que se progresa en la excavación, se construyen los tramos o paneles de muro con juntas verticales y horizontales. Para ejecutar esta técnica se utiliza la información de arquitectura y cálculo del edificio, puesto que se realizan excavaciones de terreno en profundidades (alturas) iguales a la distancia entre pisos subterráneos, construyendo el muro en secuencia alternada y por medio de bataches. El ancho de cada panel se determina en función del tipo de suelo. Anclajes son instalados a medida que se ejecuta el muro para proveer el nivel de estabilidad requerido en cada etapa constructiva y en condición final de servicio del muro.
Para ejecutar este tipo de muro, se requiere de un suelo competente que permita mantener la verticalidad del terreno durante la instalación de armaduras y posterior hormigonado.

Ventajas

  • Económica: El mismo muro del edificio corresponde a la contención de la excavación, lo que se traduce en un ahorro debido a que no se requiere la contención temporal de esta.
  • Rapidez: Una vez alcanzado el sello de fundación, los muros perimetrales del edificio ya se encuentran construidos, haciendo más rápida y eficiente la construcción de los subterráneos.
  • Eficiencia en uso de terreno disponible: Dado que el muro de contención es el mismo del edificio, no se requiere de espacio adicional en el terreno para disposición de elementos de contención, como pilas o pilotes, por lo que puede ejecutarse incluso en casos en que el proyecto requiera o desee maximizar el uso de espacio para construcción en terreno disponible.

Algunos proyectos desarrollados por FERRARA

  • Clínica Dávila