Técnica de mejoramiento de suelos que consiste en la inyección de un material fluido al suelo a presión, generando un cambio en la estructura del suelo.
En función de la respuesta del suelo al aplicarle la inyección, se encuentran los siguientes tipos:
– Inyecciones de impregnación o difusión
– Inyecciones de compactación
– Inyecciones de fracturación
Las inyecciones de impregnación consisten en instalar una tubería en el terreno para luego inyectar la mezcla cementante a través del tubo al suelo por medio de un bombeo exterior, sin generar una rotura del terreno. La mezcla no genera incrementos en el volumen del suelo existente, sino que ocupa los huecos. La técnica es aplicable a suelos con porcentaje de finos menor a 25.
Las inyecciones de compactación consisten en la introducción de la mezcla bajo presión, desplazando el suelo producto de la sobrepresión, sin penetrar los huecos y generando una densificación del terreno. La técnica es aplicable a todo tipo de terreno.
Las inyecciones de fracturación consisten en aprovechar el efecto de la fracturación hidráulica, generada por la inyección a alta presión que rompe el terreno para rellenar con mezcla las fisuras y huecos del suelo, logrando un terreno armado, impermeabilizado y consolidado producto de los desplazamientos del suelo. La técnica es aplicable a suelos finos y rocas muy blandas.

Ventajas

  • Mejora resistencia del suelo.
  • Disminuye permeabilidad del suelo.
  • Relleno de huecos.